13 Ene

Alemania prohibe la herramienta Google Analytics

El Comisario alemán de protección de datos, Johaness Gaspar, ha anunciado hoy que prohibe a los sitios web alemanes utilizar la herramienta gratuita Google Analytics.

Google Analytics es, hoy por hoy una herramienta básica para la medición y análisis del tráfico para cualquier sitio web. Es gratuita, fácil de implementar, y ofrece mucha información al webmaster:

– De dónde procede el tráfico que llega a la web: qué porcentaje llega a través de buscadores o a través de qué sitios que nos enlazan. Cuáles son los sitios que nos enlazan.
– Las visitas que llegan de buscadores, qué palabras son las que han utilizado para llegar hasta nuestra web.
– Cuánto tiempo permanece el usuario en nuestro sitio.
– Qué páginas son las que más le han interesado a la mayoría.
– Cual es su país de orígen…

Datos muy importantes para que la web vaya mejorando y ofreciendo cada vez contenidos de mejor calidad para su audiencia.

Sin embargo, el comisario alemán ha argumentado que la recopilación de direcciones IP podría violar la privacidad de los ciudadanos. Y ha amenazado con multas de hasta 50.000 euros para la empresa que lo utilice en su web.

Con lo que sabemos, en nuestro país, aunque un webmaster sepa que le ha visitado un usuario desde la IP 43.125.87.19 el 13 de enero a las 17:04 no le aporta ningún dato personal.
El único que sabe que esa dirección estaba asignada al router de José Perez y su domicilio es el proveedor de internet (Telefónica, Ono, Orange, Vodafone…) que le proporciona el acceso al sr. Pérez. Y esas compañías no facilitarán a nadie esa información sin una orden judicial.

Es posible que el comisario alemán sepa algo que nosotros ignoramos.  Otra posibilidad es que tenga ganas de salir en las noticias o incluso que sea más papista que el Papa.

Aunque se trate de un servicio gratuito, para Google esto supone un grave quebranto, porque ahora la mayoría de empresas no sabrá si su presupuesto en publicidad online está siendo útil o no. Y en ese escenario, lo normal es que reduzcan su gasto en publicidad en Adwords (una importantísima fuente de ingresos de Google, motivo por el cual compró y ofrece gratis el servicio Analytics).

En este escenario, lo normal es que los señores de Google se gasten lo que haga falta en abogados y que denuncien al comisario alemán ante los tribunales.  Y que además le exijan daños y perjuicios.  Y si finalmente les dan la razón,  al igual que en España, no pagará el señor comisario que comete la cacicada, sino los sufridos contribuyentes. Aunque quizá le den la razón al Sr. Gaspar. Ya veremos.

Quedan muchas incógnitas sobre el futuro de este asunto, pero la única cosa cierta es que todas las empresas alemanes que decidan hacerle caso a su comisario volverán a la edad media de internet y serán menos competitivos, porque tendrán mucha menos información  útil para ir mejorando su web.  Y los que decidan desobedecerle, tendrán una espada de damocles sobre sus negocios.  Ahora les toca a las empresas alemanas elegir entre el fuego y las brasas.

Al fontanero alemán que tenga una web, supongo que le dará igual. Ahora bien, para la empresa alemana cuya base de negocio es internet (tiendas virtuales de todo tipo, webs de servicios gratuitos que se financian con la publicidad…) sí supone un mazazo. Aunque si la cosa se pone fea, lo normal es que estos últimos se planteen desviar sus negocios de internet a otros países con autoridades menos intervencionistas, que al fin y al cabo, limitar internet, en muchos casos es como ponerle puertas al campo.

Sólo espero que el director de la Agencia de Protección de Datos española no decida erigirse como campeón europeo y mundial de la protección de datos y prohibirlo aquí también.